Nada del otro mundo. Habrá quien la pueda considerar una lectura más o menos amena o entretenida, dependiendo de lo en serio que se la quiera tomar. No me convenció en absoluto. Aunque contenga buenas referencias a una etapa muy determinada de nuestra reciente política actual: Zapatero con su ley de memoria histórica, la aprobación del Estatuto catalán, el boicot a sus productos, el turbio mundo del Opus o el matrimonio homosexual; otras, enraizadas más hacia la Guerra Civil, se me tornaron demasiado rechinantes, acalambradas e histriónicas. Hay mucho maniqueísmo. La autora se pasa la mayor parte del tiempo pregonando las maldades del franquismo -que fueron muchas-; y ponderando e idealizando una República que tampoco es que fuera el Edén que promulga. En fin: Una novela de constantes altibajos a pesar de que sea sencilla y facilita de seguir. Muy traída por los pelos. Por lo menos yo, la veo así.
hace 9 años