A finales del siglo XIX siete hombres, a la que más tarde se unirá una mujer, emprenden una travesía con el propósito de llegar a las fuentes de las que surgió el rey de los océanos, cuya posición conocen y cuyas riquezas desean. Siguiendo los pasos de Jean y John - personajes fundamentales que sin embargo no aparecen en la novela y de los que sólo percibimos sus huellas-, irán dejando atrás "fuertes y fronteras", mares y ciudades, en un periplo que los conducirá al centro del Pacífico y al fondo de sí mismos, y donde tendrán oportunidad de explorar la doble faz del animal humano así como su propensión al mito. En Las fuentes del pacífico Jesús Ferrero dibuja una metáfora circular sobre el origen de las creencias y el destino de las culturas.