Las fuentes del afecto. Cuentos dublineses es una obra formada en realidad por tres ciclos de relatos, todos con la ciudad de Dublín como escenario: los primeros, con tintes autobiográficos, están narrados y protagonizados por una niña llamada Maeve; los siguientes se centran en la vida de dos matrimonios (los Derdon y los Bagot) y se vuelven mucho más implacables, lacerantes y claustrofóbicos, al mostrar poco a poco el declive, la soledad, el desamparo y el desencanto de unas existencias que, a través de los años, se apagan irremediablemente en la incomunicación y el vacío. La sublime nouvelle que cierra la colección y da título al libro está considerada por Alice Munro y William Maxwell una de las mejores narraciones de la literatura en lengua inglesa del siglo XX.