Harrison Shepherd había nacido en Estados Unidos, pero cuando aún era un niño tuvo que irse a México tras los pasos de una madre siempre en busca del hombre ideal. Luego, un día, casi por casualidad, acabó trabajando en la cocina de la casa de Diego Rivera y Frida Kahlo, y de los fogones pasó al despacho de Rivera y a los rincones oscuros de la mansión, donde nació una intimidad muy peculiar con Frida. Fue allí, en esa casa, donde Harrison conoció a León Trotsky, el gran líder político que en aquel momento era un hombre que malvivía en el exilio y temía por su propia vida. De vuelta a Estados Unidos, este hombre que había sido cocinero, secretario y condente de personajes tan ilustres, se dedicó a la escritura y dejó un diario que llenaba su laguna, ese espacio ambiguo entre lo que somos y lo que mostramos a los demás, con unas palabras reveladoras, testimonio de la vida de Harrison y de los hechos que marcaron el siglo . Tras el éxito de La Biblia envenenada, Barbara Kingsolver vuelve con una novela poderosa que muestra el poder de la Historia en el destino de cada cual, más allá de nuestras mejores intenciones. (Premio Orange 2010)