Descartes, Cervantes y Le Brun significan, respectivamente la instauración de un mundo que va abandonando el terreno de la magia para ingresar en el del pensamiento científico; que abandona el poético mundo de las novelas de caballerías para acceder a la sensatez de una realidad escrita en prosa; que abandona, en fin, la representación pictórica basada en la fisiología mágica o en las señales "naturales" de la física de los humores para dar paso a una representación "científica" de las pasiones humanas: Las reinas de Persia era una pintura y también un ambicioso manifiesto ideológico, un alegato filosófico, científico y artístico en forma equivalente a algunas obras de la vanguardia del siglo XX que reúnen en sí filosofía, ciencia y arte.