Historia sencilla que nos acerca a los padecimientos de la guerra civil pero con dos características no muy comunes en estos temas. Primero, Eslava Galán se sitúa desde la perspectiva del bando nacional (basado en las vivencias del padre del escritor), y segundo: todo esto enfocado en una realidad “cotidiana” y con gran humor.
Juan Castro, el protagonista, un joven sencillo, cándido y con una idea de la realidad y el mundo que ha vivido que se puede considerar predeterminado y opaco. La novela claramente diferenciada en dos partes, estando marcada por ambos hechos cruciales en la vida del soldado. La primera parte, el encuentro con la mula, es una especie de radiografía de la guerra civil: está retratado desde su crueldad y penurias hasta la camadería de los compañeros y la “fraternidad” con los enemigos, el amor, las ganas de vivir o la cruda supervivencia; y todo ello “enfrascado” con el único pensamiento y deseo de todos que termine la sinrazón de la guerra y poder volver a la vida normal.
La segunda parte, por consecuencia de un hecho fortuito y afortunado, Castro vivirá una odisea peculiar entre los mandos y las clases altas. Estos acontecimientos harán que el soldado abra los ojos y comience a dudar de sus propias convicciones, y donde los convencionalismos tienen una importancia esencial.
Una novela “simple”, pero bien escrita y agradable de leer que se puede leer en un santiamén. Recomendable para pasar un buen rato de lectura.
Mi nota: 6,5
hace 10 años
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