Un relato que se desarrolla en una atmósfera axfisiante, monótona y gris (lo que suele llamarse atmósfera kafkiana) y que traslada al lector las sensaciones que lee. Es además una metáfora muy hilada sobre el mundo laboral y la sumisión. Es un libro de sobresaliente. Recomiendo de sobremanera la lectura empecinada de este ejemplar.
hace 14 años