Para Oxford, la llegada de veintisiete turistas norteamericanos no representa nada extraordinario... hasta encontrar a uno de ellos muerto en la habitación 310 del Hotel Randolph. Parece un súbito (y trágico) accidente. Sólo el Inspector Principal Morse parece no pasar por alto el robo simultáneo de una antigüedad con una joya incrustada de la cartera de la víctima... Luego, dos días después, sacan un cadáver desnudo y magullado del río Cherwell. ¿Una coincidencia? Quizás. Pero esta vez Morse está decidido a probar la conexión