A pesar de su agresiva campaña de márquetin, no guarda relación ni con El Psicoanalista ni con El Club Custer Hill, pero se trata de un thriller interesante, bien narrado y que te invita a seguir leyendo. Lo peor es que la forma en que el asesino elige a sus víctimas es absolutamente inverosímil y queda muy "forzada" en relación con el resto de la trama. La historia secundaria del policía tampoco termina de atrapar. Lo mejor, lo que ofrece toda novela de "asesinos en serie": interesante argumento, suspense a raudales, buenas dosis de morbo, vísceras y sangre y una lectura que te atrapa entre sus páginas hasta que consigues descubrir al asesino. Entretenido.
hace 14 años