Por primera vez en su vida, el inspector Morse podría ser sospechoso de un crimen. Y eso por verse envuelto en una trampa que, en cierto modo, se ha buscado. Todo empezó con una fiesta en casa de unos amigos, unas copas de más y la proximidad de una atractiva mujer. Ahora tendrá que poner en juego toda su astucia y picardía, incluso sus conocimientos sobre mitología griega, para esclarecer un caso laberíntico. Y quizá lo consiga, una vez más, con la ayuda del fiel sargento Lewis y de innumerables jarras de la mejor cerveza.