Bien, es un gran escritor y para mí un descubrimiento.

Muy bien escrito, pero la historia y la novela en si no dan para mucho. Hay libros mucho mejores del mismo autor

Pues resulta que mi noviete del insti tenía que hacer un trabajo sobre este libro y yo, como buena lectora, me ofrecí voluntaria a hacérselo, y así fue como descubrí al autor con el que más me he reído en mi vida. No busques en Mendoza a un autor profundo y serio, porque te llevarás una decepción, la desaparición de 2 niñas no es tema de risa y aún así el autor crea una novela cómica con un protagonista "medio loco" y situaciones que rozan el surrealismo. Obra muy recomendable para cualquier edad.

Muy divertido, me he reido mucho. Lo mejor es el personaje principal y el lenguaje de como esta escrito la novela. Lo volveria a leer sin duda.

Según cuenta el autor en el prólogo, tardó una semana en escribir este libro durante su estancia en NY si mal no recuerdo. Dios! Una semana!! Sólo por este echo merece ser leído. Me parece un libro muy divertido, hay momentos delirantes aunque la historia en sí es poco profunda y poco trabajada . Por otra parte, como siempre la prosa de Mendoza es una dulce, extravagante y pomposa a la vez (se tendría que inventar una palabra para eso) Es un libro muy ameno, para disfrutarlo y entender que es un libro proprefranquista y que nos sitúa en la Barcelona de los años 70 aprox. donde se nos hace una crítica a la sociedad de la época. Lo recomiendo totalmente, seguro que lo volveré a leer.

Un libro ameno de leer donde lo menos importante es la trama desarrollada. Un protagonista antagónico que se desenvuelve a través de sus artimañas y excelsa verborrea donde la crítica a las altas esferas es un continuo. Eduardo Mendoza tiene esa narrativa tan personal donde se aúna humor y sátira.

Divertido.

Muy fácil de leer, ameno y, por momentos, muy divertido. Escatológico, absurdo en parte, original en todo instante. No tiene ni pies ni cabeza, pero su excéntrico personaje llega a engancharte.

Desternillante

Un libro original que no hay que tomar muy en serio. Apenas 200 páginas no dan para desarrollar mucho un caso que, más que otra cosa, sirve para sacar a relucir los métodos y la verborrea retórica del protagonista. Sabiendo que es la primera entrega de "la serie del detective anónimo" seguiré sin duda con la saga.

Un libro de aventuras detectivescas, con un personaje pícaro y un humor que a veces te hace reír de verdad, con lo difícil que es eso en un libro.

Te meas literalmente de la risa con el protagonista, pero lo mejor es el vocabulario que utiliza Eduardo Mendoza, leer a este escritor es una gozada

Es un libro muy divertido, rocambolesco y lleno de humor socarrón pero inteligente que me hizo reír a carcajadas en algunos momentos. A mi me gustó mucho, disfruté leyendo las aventuras de tamaño personaje, su afición por la pepsi, por meterse en líos de los suele salir más a menos airoso... Me resultó ameno y muy entretenido, aunque no diría que es una novela negra al uso, para mi es un libro de humor que recomiendo sin dudar.

El argumento gira en torno a una investigación, si bien yo no la encuadraría en el género detectivesco, porque más bien se trata de una obra irónica de principio a fin, y desde sus protagonistas hasta las situaciones que viven los personajes, una parodia de la sociedad y del género, llena de diálogos estrambóticos y de situaciones bastante inverosímiles, en las que se incluye el mismo final. El lector debe tener en cuenta esto antes de leerla, pues no debe juzgarse como una novela policíaca "seria", si no más bien como una historia cargada de ironía y paródica en sí misma. Desde este último punto de visto, a mí me ha gustado.

Una saga irregular, pero este en concreto es el mejor, yo diría que mi favorito es La aventura del tocador de señoras, pero este tiene la historia más sencilla y creíble de todas. Además he de añadir que siempre me ha gustado el personaje

Entretenido, divertido y ágil, para pasar un buen rato, pero poco más. Tenía ganas de leerlo por ser de los más famosos de Mendoza, pero sus otros libros que he leído también me han hecho pasar buenos ratos, también son simpáticos pero su humor, siempre gamberro, me ha aportado más que en éste.

Es un libro raro, rarísimo, de primeras no sabes muy bien si es una novela de misterio o un libro de humor, al final resulta que es lo primero pero escrito con MUCHO humor, lo que hace que no sea ni una cosa ni la otra. Porque nada tiene demasiado sentido ni credibilidad, pero es verdad que el libro funciona y engancha.

Me he divertido. Cierto que el misterio no es gran cosa, peca de inverosímil y se resuelve demasiado rápido. Pero el protagonista me ha hecho gracia, esta especie de detective loco, chorizo y guarro. Lo mas gracioso es el lenguaje utilizado, ese modo de expresarse rebuscado, anticuado y algo pedante. Y si a eso le añadimos la presencia continuada de una deliciosa ironía el resultado es que he pasado un muy buen rato. Leeré la siguiente novela de la serie.

Las aventuras cómicas y casi surrealistas de este personaje, salido de un sanatorio y de nombre desconocido, atrapan por su excentricidad y sus episodios realmente hilarantes. Para pasar un buen rato.

Me pareció un libro buenísimo, contado con sarcasmo relata en realidad una historia de novela negra, y creo que le salió al Sr. Mendoza una joya literaria, porque como este, con el mismo estilo no había leído otro libro, fue para mí un descubrimiento y lo disfruté como un enano