Se trata de una novela psicológica, de gran sensibilidad y en cuya narrativa se descubre todo un tratado sobre la compasión humana. Una de las características que más destaca del autor es su capacidad para analizar y comprender las emociones de la mente y los recovecos del alma humana. A lo largo de su discurso Zweig intercala además una serie de máximas sobre la vida donde, a modo de aforismos, examina temas como la bondad, el amor, la verdad, la libertad, la empatía o el altruismo: ‘’¡Agrandarse, entregándose a otros; enriquecerse, hermanándose con todo destino, comprendiendo y experimentando, por obra de la compasión, todo sufrimiento ajeno!’’. El único pequeño inconveniente de la novela quizá sea el final, que por apresurado e inesperado no se encuentra a la altura del resto del discurso. También la explicación de la pasada vida de Kekesfalva resulta en algunos momentos farragosa. De su narrativa puede extraerse la advertencia de ser sinceros y prudentes con los sentimientos de los demás, así como de los límites y los riesgos que conlleva aplicar un exceso de compasión. En ocasiones el lector llega incluso a experimentar de cerca la inquietud del protagonista. Es un clásico muy recomendable, bien elaborado.
hace 6 meses