En febrero de 1938, Luis Cernuda se exilia en Inglaterra, donde se dedica a ayudar a los pequeños refugiados que habían recibido asilo allí tras la caída de Bilbao a manos de las tropas franquistas. Muchos años después, un joven cineasta mexicano afincado en Nueva York recibe un mensaje que cambiará su vida y la unirá desde entonces a la de Cernuda. «Ejemplo de belleza y decantación narrativas, La familia interrumpida se construye con la precisión de un reloj y la puntería de una saeta. Desde la primera línea, el destino de los personajes parece casi escrito». JORGE VOLPI