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LA CIUDAD AUTOMÁTICA CAMBA, JULIO

Nota media 6,5 Bueno 6 votos 1 críticas

Resumen

Hay ciudades que constituyen por sí mismas un género literario. Nueva York es el mejor ejemplo. Y dentro de ese género una de las obras maestras es este libro, que aúna sociología y humor, futurismo y encanto antiguo. En La ciudad automática encontramos el envés bien humorado de otra obra escrito por las mismas fechas, Poeta en Nueva York de Federico García Lorca. Lo que en el poeta es tremendismo y magia, lo trueca Camba en alacridad, disparatada hipérbole y punzante inteligencia. Quienes aman Nueva York, quienes la detestan, no pueden dejar de leer este libro, escrito por alguien que se resiste a dejarse seducir por los encantos de la Ciudad con mayúscula, pero que al final acaba sucumbiendo a ellos, como nos pasa a todos. Con Nueva York y también con Camba, el escritor que detestaba la literatura, el anarquista que acabó sus días refugiado en un hotel de lujo.

1 críticas de los lectores

En estos años se está recuperando mucha literatura periodística de la primera mitad del siglo XX, donde brillaron autores como Chaves Nogales, Corpus Barga o Julio Camba. De este último es la presente recopilación de artículos, que recupera lo que ya se publicó como volumen en 1932, con el añadido de un par de apéndices que complementan esta nueva edición.
Se trata de una serie de artículos que giran en torno a Nueva York, ciudad que el escritor visitó, en calidad de periodista, en dos ocasiones, y que contempla con la visión admirada del que se fascina ante los largos rascacielos, la funcionalidad del comercio, los grandes medios de producción, todo el abigarrado sistema estadounidense. Pero no es la visión que nos transmite la de un viajero ingenuo: Camba nos muestra una ciudad que desgrana con incisiva profundidad, esa ciudad automática despersonalizada y esos Estados gigantescos, de un estilo de vida tan alejado de la europea.
Los artículos, además, son amenos, entretenidos, que constantemente nos mantienen una sonrisa en el rostro. No en vano, Camba es el columnista humorístico por excelencia. La ligazón temática —si ya de por sí Nueva York, es la gran protagonista, los artículos se aglutinan en bloques relacionados— permite que la lectura de corrido sea tan grata como la puramente salteada. Un libro, quiero decir, tan bueno para el sillón orejero del salón como para la toalla de la piscina.
Camba, como Chaves Nogales, como Corpus Barga, está siendo recuperado —aunque nunca dejó de estar en el mapa—, y eso es una muy buena noticia. (Carlos Cruz, 5 de marzo de 2015)

hace 9 años