Las aventuras de Oneguin no son demasiado conocidas en nuestro país, pero me consta que en las escuelas de Rusia es lectura obligatoria y que incluso el alumnado debe memorizarse algunos versos del conjunto. No es casualidad. Las traducciones a otros idiomas no reflejan la complejidad de la métrica y su rima inusual, pero aunar belleza e innovación formal no está al alcance de cualquiera. Además, la extrema sutileza al elegir las palabras, la poesía que se desprende de ellas, es la que convierten la obra de Pushkin en un clásico. La acción es mínima, la trama un reflejo más del romanticismo imperante, el final sorprendente para la época. Desde que la leí me sigo preguntando acerca de su grandeza. ¿Es la historia de (des)amor? ¿La aparente sencillez del relato? ¿Quizá la verdad que se desprende? Magia.
hace 1 año