Situada en una comunidad de esquimales en las tierras heladas del Ártico, esta novela nos transporta a una cultura lejana donde la naturaleza y las tradiciones dominan la vida de sus habitantes. Allí, Ernenek, un joven valeroso y tenaz, funda una familia siguiendo las tradiciones de la comunidad, y sus vidas nómadas transcurrirán con tranquilidad hasta que la aparición del hombre blanco rompe el equilibrio cultivado durante generaciones. El proselitismo más exacerbado y el ansia de conquista de los nuevos habitantes, abren grietas irreparables en las tradiciones más arraigadas, provocando violentas alteraciones. En este libro, el autor nos ofrece un paseo por los retazos de unas vidas en tierras heladas marcadas por su lucha por la supervivencia y por el inevitable destino de destrucción hacia el que el hombre blanco les empuja. Con una prosa impregnada de frescura y naturalidad, el lector descubre una cultura tan lejana, y a veces tan desconcertante, que despierta la más ávida curiosidad.