La protagonista y narradora de la novela es Tess, una chica de 15 años que descubre por casualidad un secreto que sus padres le han ocultado y que la afecta profundamente. Su descubrimiento saca a la luz la rebeldía latente que yacía escondida bajo esos kilos de más que le recriminan, y provoca un cambio drástico en ella. Tess decide no volver a hablar e inicia una búsqueda que intuimos destinada al fracaso, pero que entre humillaciones y traiciones, nuevas amistades, y la compañía de un curioso pez de colores (su conciencia), la llevan a un desenlace algo idílico.
La verdad es que hay bastantes aspectos de la protagonista y de la trama que no me han convencido, pero tiene el mérito de querer reflejar la complicada época que es la adolescencia y aborda temas interesantes, como la búsqueda de uno mismo, la amistad, el acoso escolar o la relación con los padres, y transmite un mensaje optimista. Tampoco destacaría la prosa, pero es fácil de leer y cuando te das cuenta ya lo has terminado.
No es un libro que vaya a recomendar, aunque puede que muchos adolescentes se sientan identificados y disfruten su lectura.