Cecilio Toval, empresario hundido por culpa de la acción de un político (Mateo Salazar), contempla cómo la muerte accidental de las nietas de este último no sacia su sed de venganza. Después de mucho cavilar, es capaz de identificar que su insatisfacción persiste debido a que el revés que ha dado la vida de Salazar por la muerte de las dos niñas no ha sido ocasionado por él, por lo que comienza a maquinar la manera de hundir el matrimonio del hijo y la nuera del político. Urdiendo la manera con la que hacer llegar a Inma, la mujer de Adrián Salazar, una información comprometida relativa a este último, el nudo de la historia se va desenvolviendo entre el ambiente de fondo del “no a la guerra” del año 2003, los rencores pendientes de saldar por parte de Toval, los intentos de Inma y Adrián por superar la muerte de sus hijas, y la labor de ayuda que Mateo Salazar intenta realizar sobre aquellos dos, totalmente ajeno al ajuste de cuentas que Cecilio maquina desde la sombra. Novela urbana en lo que se refiere al desarrollo de su argumento (en las calles del Madrid de principios del siglo XXI), e introspectiva desde el momento en que su autor disecciona –en ocasiones cayendo en el barroquismo recargado de los adjetivos y la descripción tópica de los sentimientos- la personalidad de sus protagonistas. El desenlace, ofreciendo la moraleja de que el odio sólo perjudica a quien lo siente, y que el amor es capaz de remover todos los obstáculos (hasta las secuelas por la muerte de dos hijas y las infidelidades reveladas desde el anonimato) quiere transmitir una moralina algo tópica. Pese a ello, y por la manera en la que va narrando la historia y los giros que esta ofrece, la novela resulta de amena lectura. www.antoniocanogomez@wordpress.com
hace 3 años