Segunda novela de la madrileña Carolina Redondo tras El sueño de Newton. Aunque se ha desarrollado profesionalmente en el ámbito de la producción audiovisual y cinematográfica, la autora ha explicado en varias entrevistas que su pasión por la escritura le viene desde la infancia, tanto que incluso imparte un taller de escritura en su localidad.

El pasado invisible ha sido finalista en numerosos premios de novela españoles (entre ellos los prestigiosos Premio Nadal y Premio Azorín) y ha resultado ganadora del XX Premio de Novela Carolina Coronado Ciudad de Almendralejo 2023.

La novela se desarrolla en Hac-chila, una isla del Índico sur muy cercana al polo. He buscado la isla y no he podido encontrarla, por lo que creo que debe ser ficticia, sin embargo justo dónde la novela ubica la estación Shackleton existe una barrera de hielo de mismo nombre con una orografía similar a la que se describe en el libro.

A esta isla llegan Karen, con su hijo Daniel, y Finn a bordo de un rompehielos en Diciembre (verano austral) de un año sin identificar. Karen ha buscado un trabajo allí, en la estación Shackleton de investigación, que usará como coartada para averiguar cómo murió su padre durante una expedición desde allí al lago Vostok, veinte años atrás. Finn es un escritor neoyorquino que pretende escribir su segundo libro en la isla. Allí conocerán al resto de personajes, todos ellos habitantes de la isla. Entre estos destaca Eva, una pintora de orígenes italianos que se refugia en la isla tras una tragedia y que pronto se hará amiga de Karen. La isla, cada mes de Marzo, es asolada por “la Tormenta Roja”, que arrasa con todo a su paso y provoca que la gente comience a olvidar.

Esto es, más o menos, lo que cuenta la contraportada del libro y la sinopsis, sin embargo no da verdaderas pistas sobre lo que realmente va a leerse: El pasado invisible es un thriller, una novela de terror, una distopía, una novela de aventuras, de amor y un tratado sobre el olvido y la culpa.

Lo que apenas se vislumbra en la sinopsis (y es muy relevante y creo que no implica desvelar más de lo que un potencial lector querría saber) es que en esta isla (de unos cien habitantes) ocurren muchas cosas inexplicables; que, tanto los que han llegado ahora como los que viven allí, acarrean unas pesadas mochilas emocionales; que arrostran unos pasados tormentosos; algunos dramas que olvidar; que todos ocultan cosas. ¿Es por eso que los escoge la isla? “La isla reclama lo que es suyo, como una madre posesiva”.

A través de flash-backs o de las conversaciones entre los personajes, se irán conociendo las historias de todos ellos, los acontecimientos que los han llevado hasta la isla o los que los han mantenido en ella; se irán desvelando algunos misterios y abriéndose otros nuevos; sin respiro, en un ambiente opresivo, intimidante y lleno de sucesos formidables.

Me ha sorprendido saber que, en su anterior libro, el protagonista Krups un día se despertó y no recordaba absolutamente nada, estaba “reseteado” por completo y tuvo que reinventarse. Porque esta también es una novela donde el olvido, la memoria, la capacidad (y a veces necesidad) de reinventarse, de intentar dejar atrás el miedo, la culpa y el dolor son los protagonistas indiscutibles. La autora introduce un concepto que hará reflexionar al lector y que a mí me ha fascinado absolutamente: “Siempre había pensado que para algunos el pasado es como una pradera firme, sobre la que se puede correr y sirve de impulso para vivir en el presente; para otros, sin embargo, es una ciénaga que te atrapa, como las arenas movedizas, impidiéndote avanzar”. Y es esta idea de pasados pradera o ciénaga la que conforma la base del presente y el futuro de los personajes. “Somos la sombra que proyecta nuestro pasado, aunque a veces esta parezca invisible”.

Leyendo esta novela he tenido reminiscencias de Cujo de Stephen King, de Un mundo feliz de Aldous Huxley e incluso de del Diario de Ana Frank. Carolina Redondo ha conseguido transmitir diversas sensaciones simultáneamente: hay escenas inquietantes, otras misteriosas, otras directamente terroríficas, que conviven con escenas conmovedoras, enternecedoras, empáticas, dolorosas… Te mantiene en vilo toda la novela, quitándole horas al sueño para saber más.

En definitiva es una novela trabajada, bien construida, de personajes complejos, escalofriante pero muy emocionante y sorprendente, que no da una tregua y que recomiendo encarecidamente a todo tipo de lectores.(Inma Muñoz, 24 de noviembre de 2023)