No era lo que esperaba, creí que era algo totalmente distinto. Es una novela sobre un preso político en un país innominado (pero que es evidentemente la URSS) bajo un regímen totalitario que tampoco se nombra (pero que se parece mucho al gobierno de Stalin). La historia de Rubashov es ficticia pero tiene puntos de contacto con otro libro en el que se narran vivencias parecidas pero reales: Archipiélago Gulag de Aleksandr Solzhenitsyn, un libro que leí hace bastante y me impactó mucho. Rubashov, antiguo creyente del sistema, se ve ahora aplastado y despedazado por el mismo, y aunque conoce exactamente los vericuetos de la burocracia estatal (por haber sido anteriormente él causa de la condena de otros) sabe también que las posibilidades de salvarse son escasas. Un libro triste, sobre todo porque sabemos desde la página 1 cómo va a terminar.
hace 8 años