Un paquete entregado por error es el origen de una intriga que gira alrededor de la chocolatera aparecida durante la excavación de una galería subterránea en unas obras del metro en pleno centro de Madrid. Aunque la primera parte de la novela no está exenta de acción, ésta transcurre pausadamente y sirve sobre todo para una minuciosa caracterización de la protagonista y narradora, una mujer de mediana edad, cuyo matrimonio transcurre entre la mediocridad y la frustración. En mi opinión el punto más fuerte de la novela es precisamente el personaje protagonista, Laura Bodero, impecablemente construido hasta en los mínimos detalles de su carácter. Laura cree que su aventura extraconyugal con Mario, un hombre misterioso que anda detrás de la chocolatera, la hará escapar de la sumisión a su marido; pero la resignación es parte de su forma de ser: “La vida me daba una bofetada y yo ponía la otra mejilla, pero no por humildad, sino porque lo merecía. Estaba pagando mi atrevimiento por haber levantado la cabeza y haber sentido sobre mi cara el viento insolente y fresco de un cambio“.