Esta segunda novela continúa la historia del Café del Ángel, aunque con un sabor ligeramente distinto. Mientras que la primer novela nos sumergía en la posguerra y sus desdichas, esta segunda entrega nos presenta un panorama más cotidiano. Si bien el encanto de sus personajes permanece, la ausencia de la guerra como telón de fondo deja un vacío que se nota. Hay nuevos personajes e historias que aportan frescura pero a pesar de ser una lectura entretenida, la novela carece de la misma fuerza dramática que caracterizó a la anterior.
hace 1 mes