Dos amigas que se citan en un café cada enero para ponerse al día y otro amigo más que perfila en tinta cada encuentro son los ingredientes que dan forma a este conjunto de textos. En todos ellos, el miedo y las dudas planteadas en la adolescencia, los cambios tras cada momento vivido, las reflexiones sobre el mundo y el paso del tiempo; la marca inexorable que acompaña a la humanidad, simbolizada como un tránsito de alma blanca a alma negra.