Conocido sobre todo por La Dama de Blanco y La Piedra Lunar, Wilkie Collins fue un escritor prolífico. Algunos de sus cuentos pueden incluirse entre los mejores que ha dado la lengua inglesa, y en el resto de sus novelas se encuentran siempre los valores que le hiciero célebre: una narración galopante, el manejo inigualable de la intriga y el suspense, una admirable galería de personajes y una asombrosa habilidad para inventar desenlaces imprevisibles. Doble engaño debe inscribirse plenamente en el género melodramático. En otras manos, este folletín no habría ido más allá de la simple novela rosa, pero en las de Collins el género incluye otras dimensiones -la crítica a la sociedad de la época, por ejemplo- que le confieren un interés suplementario. De fácil y amena lectura, Doble Engaño, donde se relatan las desventuras de la desdichada Mercy Merrick -una hermosa mujer de pasado turbio que mediante engaños trata de escapar a su destino-, es una novela que muestra sus cartas desde el principio y, a pesar de ello, mantiene intacto su interés hasta el punto final.