En Decencia, dos aspirantes a combatientes clandestinos hacen estallar una bomba en el consulado de los Estados Unidos en Guadalajara. Durante su trabajoso escape se encontrarán el pasado que los puso donde están, pero también el futuro que los espera (gane o pierda su causa). Decencia es una novela sobre la topografía del tiempo pero también una historia escrita con sudor y saliva. Un viejo es secuestrado por un par de revolucionarios en los años setenta. A un niño le estalla en la cara la Revolución mexicana de principios del siglo XX. El viejo recuerda al niño que fue; y el niño, al viejo que será. Decencia celebra y parodia las ambiciones de totalidad de las grandes narrativas latinoamericanas. Es al mismo tiempo un bildungsroman subvertido por el caos de la experiencia recobrada y una road novel que dura cien años.