7 relatos, solo 2 en los que aparece el comisario Jaritos. No me han gustado demasiado, pero espero leer una novela del comisario durante este año para valorar a este escritor.
hace 1 añoLa pandemia de coronavirus lo ha trastocado todo: ha modificado hábitos, exasperado estados de ánimo y dificultado aún más la vida de los desfavorecidos. También ha afectado al comisario Jaritos, quien vuelve a investigar en dos de los relatos que componen este volumen; cuando lo confinen por un contacto positivo cercano, tendrá que lidiar con asesinos, con la informática (para investigar sin moverse de su domicilio)… y con su mujer, Adrianí, que parece desenvolverse en todo mejor que él. Sin embargo, la situación se ha ensañado en particular con los más vulnerables: a ellos les dedica Márkaris relatos inolvidables, como el protagonizado por los vagabundos Platón, Sócrates y Pericles, o por dos sintecho que solo encuentran solidaridad entre otros desfavorecidos. Una historia de rivalidad entre un restaurante griego y otro turco en Alemania abre de nuevo las puertas a la esperanza, que contrasta con el terror de quienes ven naufragar sus negocios tras décadas de esfuerzos. Los relatos se cierran con una íntima y entrañable rememoración de la isla de Jalki, donde creció Petros Márkaris.
7 relatos, solo 2 en los que aparece el comisario Jaritos. No me han gustado demasiado, pero espero leer una novela del comisario durante este año para valorar a este escritor.
hace 1 añoNo suelen gustarme los libros de relatos porque se me quedan cortos, cuando empiezas a meterte en la historia ya acaban, sobre todo cuando se trata de investigaciones policiales, siempre tengo la sensación que se resuelven rápido por casualidades, sin una investigación profunda, para este tipo de género prefiero novelas largas. Por eso, los dos primeros relatos no me gustaron demasiado. Sin embargo, "Los 3 caballeros" y "Centro de refugiados del coronavirus" me gustaron más, hablan sobre la mendicidad, como son los grandes olvidados, los invisibles y te hace pensar sobre ello. El último relato "Epílogo: Jalki, el vacío y la bicicleta" es muy bonito, es la evocación del autor a su infancia y la isla donde creció.
hace 2 años