Esta historia, con tintes claramente autobiográficos, nos narra la vida de una escritora hindú que tras sufrir el maltrato continuo por parte de su marido, huye de ese infierno y regresa a Madras, su ciudad natal. Lo que os acabo de explicar no es ningún spoiler, ya que en el primer capítulo la autora nos explica que han pasado cinco años desde que escapó de las garras de su marido y que para evitar que su madre, con tendencia a exagerar las cosas, dé una versión distorsionada de lo sucedido, ha decidido escribir esta novela para explicar al mundo el calvario por el que pasó. No ha sido una lectura fácil para mi, y no solo por el tema que trata, sino porque nos habla de la vida de una mujer en la India, donde la cultura y sus costumbres son muy diferentes a las europeas y esto hay que añadir el estilo narrativo de la autora, que se caracteriza por una prosa muy poética, sin apenas diálogos y haciendo un uso constante de metáforas. La autora narra la evolución de esos maltratos y cómo su marido la va despojando poco a poco de todo lo que posee, prohibiendo al principio simplemente que use pintalabios o su lápiz khol; más tarde, controlando su acceso a las redes sociales o a su correo electrónico para, finalmente, sumar a los maltratos psicológicos, los de carácter físico. Para suavizar el contenido de algunas escenas, además de metáforas, esos maltratos se narran de forma implícita: la protagonista nos explica cómo se inicia la discusión que actúa como desencadenante y es el propio lector el que debe presuponer cómo acabará la agresión. La autora no desaprovecha la oportunidad para hacer una dura crítica a la sociedad india por el poco apoyo que reciben las mujeres maltratadas en ese país, tendiendo a justificar las reacciones de los maridos con argumentos tan inverosímiles como, por ejemplo, que son consecuencia de que los padres no hayan entregado una buena dote antes de la boda. La edición del libro es muy bonita. Cubierta de tapa dura y con los bordes de las páginas en un tono morado muy elegante, pero para mis cansados ojos, la letra en la que se ha impreso es de un tamaño algo pequeño, lo que me ha dificultado un poco su lectura.
hace 1 año