Un curso de cocina frustrado, una desastrosa cita a ciegas, un avión y un destino: Grecia.
Laura Santolaya nos sorprende con una tierna novela sobre el valor de la amistad y la crisis vital que supone el paso a la vida adulta.
Lena tiene treinta y tantos, miles de inseguridades y su vida está en una eterna crisis. Trabaja en una agencia de publicidad y ve cómo sus días transcurren encerrada en una oficina, yendo a spinning, viendo series e ingiriendo comida precocinada. ¿Es eso lo que quiere para el resto de su vida?
Un día sus amigos le organizan una cita a ciegas durante un curso de cocina griega. Al siguiente Lena despierta con una resaca monumental y decide cambiarlo todo: viajará sola a Grecia para aprender a cocinar. Desconoce que esa decisión será el plato más difícil de ejecutar de su vida.