Un matrimonio de la américa profunda y rural que sufrió la pérdida de un hijo siendo bebé décadas atrás, vive con su hija adoptada tiempo después y con el niño que ésta ha decidido tener sola. Como elementos de fondo, la congregación religiosa a la que asisten la mujer y la hija del protagonista, un íntimo amigo del padre en la fase terminal de su enfermedad y al que acude en todo momento al no tener a nadie ,y un hecho disruptivo que rompe con la paz que tanto les ha costado alcanzar: la relación de la hija con el pastor religioso de otra congregación en la que joven se integra. Las reticencias de los padres con respecto a la figura del novio de la hija se hacen palpables desde la primera ocasión en la que acuden a la iglesia y contemplan uno de sus ensalzados sermones a modo de arenga moral. Después, saltan las señales de alarma con más intensidad cuando el líder de la secta defiende que el nieto del protagonista tiene poderes sanadores sobre los enfermos. Por otro lado, el niño, paciente de diabetes agravada con otras patologías, ve peligrar su salud hasta caer al borde de la muerte cuando su madre y el pastor de la secta defienden su curación a través de la oración y las terapias naturales. El correlativo descubrimiento de los hechos que jalonan la vida del farsante, como hijos tenidos fuera del matrimonio con varias feligresas, hace que la angustia del matrimonio protagonista aumente hasta lograr que su hija entre en razón y poder recuperar a su nieto. Pese al argumento, que puede dar la impresión de ser el sustento de la novela, Butler logra que el mérito de la más que notable “Algo en lo que creer” recaiga en todo lo que transmite con su estilo de escritura, de valor aun mayor que el propio argumento. El ritmo pausado de la vida de una familia en el campo junto al valor de la amistad entre el protagonista y el enfermo. La vida bucólica llena de paz conseguida con mucho esfuerzo tras el zarpazo de la muerte de su hijo. Y la relación especial entre un abuelo y su nieto que puede romperse por un elemento externo e inesperado que acabe con la felicidad que tanto ha costado tener. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 2 meses