La vida del dentista Karl Meyer deja de tener sentido cuando su hijo, Ole-Jakob, se quita la vida. Esta tragedia es el punto de partida que sirve a Stig Sæterbakken para indagar en cuestiones universales de la experiencia humana: ¿Qué hacer para mitigar el dolor de una persona? ¿Cómo se puede vivir con el desconsuelo de una pérdida irreparable? ¿Hasta dónde puede llegar un hombre impulsado por el dolor y la desesperación que rodea la muerte de un niño? Todas esas preguntas conducen al protagonista en un deambular por diferentes ciudades en busca de una respuesta.