En el prólogo de Pavana, Keith Roberts imagina el asesinato de la reina Isabel de Inglaterra en 1588. Esto permite que la armada española conquiste la isla y que la Iglesia Romana domine el mundo durante siglos. En las primeras páginas descubrimos que, en 1966, las locomotoras de vapor recorren los caminos y las comunicaciones dependen de un complicado sistema de semáforos. Los valores sociales y políticos, muestra el autor, no son nunca absolutos sino imágenes cristalizadas de los acontecimientos históricos.