Es una novela un tanto extraña porque, en buena medida, es una mixtura novela-ensayo que no me convence. Sin estar mal escrita, adolece de un estilo ensayístico, sobrio, plano y poco literario. Contiene algunas ideas interesantes, aunque algo trilladas en general (en 2025, tal vez no en 1998). La fábula es un tanto insulsa, pese a las numerosas escenas de sexo, y los personajes parecen vivir bajo el influjo de un destino con bastante mala leche. El epílogo es un error, sobre todo porque está mal planteado y no casa con el cuerpo de la novela (lo del narrador no tiene sentido). Además, tiene unos cuantos errores de bulto. Por ejemplo, se dice que Victor, el hijo de Bruno, tiene doce años en julio de 1998. Sin embargo, narrando el mes siguiente, se dice textualmente que "ahora iba a cumplir quince años". Otros errores: hablar de que Michel estaba viendo una etapa del Tour un día (10-7-1998) que no hubo Tour, referirse al Aughrus Point como "el punto más occidental de Europa" y a la noche del 31-12-1999 como "la última velada del segundo milenio" (el segundo milenio acabó el 31-12-2000). En definitiva, se deja leer y poco más.
Reseña completa: https://callekultura.blogspot.com/2025/10/las-particulas-elementales-michel.html
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