El 30 de mayo de 1593, después de un día de borrachera, moría de una puñalada el dramaturgo Christopher Marlowe, un genio de las letras, nacido el mismo año que William Shakespeare y autor de El doctor Faustus. La versión oficial afirmó que el incidente había sucedido durante una discusión por el pago de la cuenta. Pero la sospecha de que Marlowe --autor de prestigio, agente secreto, homosexual, escéptico en materia religiosa y radical en su pensamiento político-- fue asesinado por su condición de espía, persiste más de cuatrocientos años después. Con una prosa imaginativa, arriesgada y certera, Anthony Burgess despliega ante el lector su propia teoría. Publicada el mismo año de su muerte, ésta fue su última novela y en ella recrea el apasionante mundo isabelino, lleno de intrigas y más cercano a nuestra época de lo que pensamos. Un momento histórico a la vez cómico, brillante y cruel.