Coincidiendo con la reincorporación de Amaia tras su baja maternal, dos asesinos confesos se suicidan en un corto espacio de tiempo, dejando una extraña nota dirigida a la inspectora con solo una palabra escrita: Tarttalo. Estas muertes son el escopetazo de salida de una nueva investigación policial que se llevará a cabo en el Valle del Baztán y en la que se incorpora un nuevo personaje: el juez Markina, un hombre que parece estar tan interesado en los casos como en Amaia. El comienzo de esta segunda entrega es algo lento y se centra mucho en la vida personal de Amaia. La inspectora está sometida a mucha presión, no solo por lo complicado que le resulta compaginar su trabajo con el cuidado de su hijo Ibai, sino por los diferentes casos que investiga y que hará que veamos a una protagonista desbordada por la situación y en algunas ocasiones, a punto de quebrarse. Tal y como se apunta en la novela, la trama es un gran puzzle en el que hay que encajar muchas piezas y la principal es la propia Amaia, que de nuevo tendrá que ver cómo su vida privada guarda relación con la investigación que tiene entre manos. Justamente este aspecto es lo que hace tan atrayente esta historia pero, como en el anterior libro, a su vez, me resulta chocante. Me cuesta creer que siendo consciente del nexo que une la investigación con parte de su pasado (y presente), no decida apartarse voluntariamente del caso; no lo veo profesional y tampoco entiendo que sus superiores lo consientan. Amaia busca en las cartas del tarot de su tía Engrasi algunas de las respuestas a sus preguntas y hacen acto de presencia leyendas, seres mitológicos y apariciones fantasmales que intuyo solo tienen lugar en la mente de la inspectora, mezclando en un misma historia el suspense propio de las novelas policíacas con un componente de origen paranormal. Personalmente no es que me acabe de convencer esta fórmula, pero admito que le da un punto de originalidad a la trama. El desenlace promete, pero esperaba mucho más de él, lo confieso. Como era de esperar, algunos flecos quedan sin resolver y tendré que esperar a leer la última entrega de esta trilogía, para resolverlos.
hace 9 meses