La verdad no hay mucho que decir, es un libro muy entretenido que pone a prueba el ingenio del lector para, junto a Sherlock Holmes y su fiel compañero Watson, tratar de dilucidar el misterio que presenta la novela. La flemática caracterización de los personajes y la ambientación me trajeron inmediatamente a la mente las películas en que el actor británico Peter Cushing interpretaba al deductivo detective.
Aunque el desarrollo y el desenlace de la historia están a la altura de la fama de sus personajes, pueden parecer más bien simples para el lector actual, sobradamente acostumbrado a thrillers policíacos de toda especie. Pero no olvidemos que esta historia fue publicada originalmente en entregas, entre 1901 y 1902, época en que este género aún no había sido suficientemente explotado, por lo que generó gran interés y un número no despreciable de seguidores de las aventuras de Sherlock Holmes, que felizmente se mantienen hasta nuestros días.
hace 12 años
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