Hondarribia se ha vestido de gala y sus vecinos disfrutan la fiesta, hasta que en unos segundos se desata el horror: una puñalada certera acaba con la vida de una mujer y su sangre tiñe de rojo las piedras del suelo. La suboficial Ane Cestero y su unidad especial se desplazan a la zona para dar caza a un asesino implacable, capaz de ocultarse a la vista de todo un pueblo. En “La hora de las gaviotas”, de Ibon Martín, Ane se enfrentará al peor de los enemigos: el odio visceral que late escondido en todos nosotros. La historia comienza en el desfile del Alarde, un acto que celebra la renovación anual de la promesa que los vecinos de Hondarribia hicieron a la Virgen de Guadalupe por la retirada de las tropas francesas el 8 de septiembre de 1638. El desfile no está exento de polémica por el enfrentamiento entre los partidarios del Alarde tradicional, en el que solo los hombres pueden desfilar como soldados y los del Alarde Mixto, que abogan por que las mujeres también puedan recorrer las calles vestidas de soldados. La víctima del Alarde será la primera de un asesino en serie dispuesto a sembrar el terror en las calles de Hondarribia. Y Ane y su equipo, una vez más, deben investigar contrarreloj no solo para contentar a sus superiores, presionados por los políticos, sino también para aplacar el miedo y el descontento de los vecinos. La trama policíaca me ha parecido muy buena, pero sin duda, lo que me ha emocionado es tanto la trama personal de Ane como la de Madrazo, que gana peso en este libro y nos muestra una parte de su pasado que no conocíamos hasta ahora. Sin duda alguna, lo más escalofriante ha sido descubrir el significado del título del libro. Cuando lo leáis, ya me contaréis…
hace 7 meses