“La jaula de sal”, de Ibon Martín comienza de un modo desgarrador: un nuevo crimen, que recuerda a los cometidos por el Sacamantecas, ha teñido de sangre, una vez más, el faro de la Plata. En esta ocasión, Leire deberá enfrentarse al dolor y al terror para resolver un caso que ha arrasado su vida por completo.
Es el libro más duro de la saga, sin duda; Leire es un personaje que se ha hecho querer a lo largo de los tres libros anteriores y su sufrimiento se convierte en el del lector gracias a la magistral pluma de Ibon Martín. En su historia, el autor ha conseguido escribir un último capítulo sobrecogedor. La escritora deberá enfrentarse no sólo a un asesino despiadado sino también a muchos problemas personales que pondrán a prueba el gran coraje del que ha hecho gala en los libros anteriores.
Un ritmo trepidante, reencuentros con viejos compañeros de fatigas, nuevos secundarios y una preciosa ambientación hacen de esta novela un broche de oro, por ahora temporal, a una de las mejores sagas de novela policíaca nacional que he leído últimamente.
hace 4 años
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