Segunda novela de Pilar Nasarre, se centra en la fascinación que sobre la protagonista y narradora, una violinista, ejerce la compleja personalidad de un director de orquesta, en el ambiente musical de diversas localidades suizas y alemanas. Desde tan infrecuente marco espacial y temático, la obra constituye un estudio de la pasión, con estilo conciso y contenido, capaz de expresar sentimientos contradictorios, incluso indefinibles a veces, en un ambiente intimista de soterrado pero envolvente lirismo.