Cortazar nos deja un breve y sencillo homenaje al gran Charlie Parker (Carter) un músico de Jazz brillante y capaz de sacar notas llenas de genialidad sin más que con el arte de la improvisación y del gran talento, pese a esto, sus adicciones y su mal vivir contrastan la vida de este genio, que en su afán de prolongar esos momentos de eternidad ve cómo el tiempo va alterando su vivir y pensar, lo cual influye en Bruno ( Crítico de Jazz y escritor) para recapacitar su concepción sobre la vida y el arte, Carter es un ejemplo más de que la genialidad va rayada con la locura, y de cómo no hay un lugar en el mundo para este tipo de artistas.
hace 6 años