Cuando te enfrentas a un "trasnochado" premio Pulitzer de los años setenta de más de seiscientas páginas, esperas al menos que su lectura sea ágil e interesante y no exija más tiempo del necesario, por más que lo halla escrito uno de los pilares de la novela americana del siglo pasado. Afortunadamente Saul Bellow es amigo del estilo periodístico, de las frases concisas y breves y de las historias profundas, largas y sinuosas pero de fácil y distraída lectura. Sumergirse en los avatares de Von Humboldt Fleisher y su aprendiz y heredero Charlie Citrine resulta inquietantemente fácil. Apto para no iniciados en Bellow.
hace 15 años