Impresinante como consigue que un difunto se convierta en personaje vivo del libro. Cierto que es pesado, pero solo el poder ver una escritura tan medida y estudiada merece mucho la pena.

Don Miguel Delibes, de una manera super original, nos presenta una verdadera cronica de la España del 600, la España de los años 50 60, y de que manera mas original, todo transcurre en el velatorio de Mario, y cuando la mujer se queda solo con el muerto, la viuda saca a relucir todo aquello que nunca en esa epoca una mujer no se atreveria a decir al marido y de esa forma tan original nos presenta esa España que para mucho fue maravillosa, porque en ella transcurrio nuestra infancia.

El libro que en un principio me parecio interesante, llega un momento que se me hace monótono .

Fue lectura obligatoria en C.O.U. y me encantó, es una obra muy profunda. Fui a verla al teatro, protagonizada por Lola Herrera.Una obra maestra. La he releído recientemente y apunto lo siguiente: Se trata de un soliloquio de una mujer con su esposo de cuerpo presente, y en la época que se escribió (año 1966), consistió en una gran innovación técnica dentro de la novela. Y lo más destacable es la gran profundización psicológica en el alma de la protagonista, representante de la sociedad de clase media alta, de mira estrecha y mentalidad tradicionalista, contrapuesta a la de su marido, más liberal y de izquierdas, representante de la intelectualidad del país. Quedan representados así las dos Españas que dividen a este país desde tiempos inmemoriables. También destaco las dotes de narrador del autor, que junto a una riqueza léxica y de vocabulario lo colocan entre los grandes de la literatura española. En el caso particular de esta novela, el lenguaje coloquial es muy rico, y hace la lectura muy fácil además de graciosa. Y qué más puedo decir, de Miguel Delibes sólo diría elogios, está entre mis autores preferidos. Recomiendo encarecidamente la lectura de sus obras.

Obra introspectiva que, aunque en muchos de sus pasajes raya el absurdo, revela el grado de intimidad que puede establecerse con un ser querido más allá de la vida con una intensidad inusitada.

Delibes, el Grande, consigue el milagro. Leemos las palabras de la viuda velando el cadáver de su esposo Mario, sus continuas quejas hacia él, sus doloridos reproches por la vida que le ha dado ... pero nuestro cerebro, mágicamente, las traduce de forma completamente distinta, mostrándonos a un Mario muy diferente. Retrato fiel de cierta España de los sesenta, de su ambiente social y religioso, de su idea del matrimonio... Y sobre todo, una profunda y dolorida reflexión sobre personas que, viviendo muy próximas, mentalmente están separadas por un abismo insalvable. Chema,