Empecé a leer a Pauls con prejuicios. Es el niño mimado de la facultad de Filosofía y Letras, y está de moda en el mundillo literario, y me vi venir cierto esnobismo literario en su prosa. Creo que no me equivoqué en cuanto al esnobismo: Pauls escribe sobre un escritor en París, su relación con su editor, con un escritor rival. Incluso hace referencia a sus propias obras (como su ensayo sobre La traición de Rita Hayworth). Pero me sorprendió descubrir una prosa que es realmente sobresaliente. La retórica de Pauls, su elección de imágenes, son en mi opinión lo más rescatable de un libro cuya historia derrapa demasiado para mi gusto. Me quedé con ganas de leer algo más de Pauls para ver cómo evolucionó su escritura (considerando que esta es una de sus primeras novelas).
hace 12 años