Colum McCann, uno de los más interesantes narradores irlandeses contemporáneos, regresa en Un país donde todo debe morir a Irlanda del Norte, buscando el pulso de la tragedia política en la intimidad de las relaciones entre padres e hijos. En el relato que da título al libro, una chiquilla siente que tiene que escoger entre la obediencia a su padre católico o la gratitud a los soldados británicos que han salvado a la yegua de la familia. En el relato más largo, el joven protagonista intenta imitar a su tío, un preso del IRA en huelga de hambre. Y en «Madera» un niño participa en las marchas protestantes a escondidas de su padre enfermo.