La novela empieza de forma deslumbrante, con dos historias separadas 70 años cargadas de intensidad y emoción. A partir de ahí, sin embargo, se introducen nuevos escenarios y los descendientes de los protagonistas, y la narración pierde brillo e interés. El capítulo final, la última pieza del mosaico, resulta mediocre, en mi opinión.
hace 7 años