Con algunos recuerdos borrosos y unos recortes de fotografías como únicas pistas, Conor Lyons busca el rastro de su padre, un fotógrafo desarraigado, desde que éste abandonó la España destrozada por la guerra para dirigirse a las áridas planicies de México, donde conoció a Juanita, la madre de Conor, y al oeste americano, hasta que finalmente regresó a Irlanda, donde la historia y su matrimonio alcanzaron el clímax dramático.