Cuando busqué en la web de la librería "realismo mágico" me apareció este libro. Y la verdad que creo que sí, algo de realismo mágico tiene. Con algunos personajes e historias un tanto extravagantes, la autora construyó un relato que me resultó un poco melancólico y bello a la vez.

Mediante los personajes e historias entretejidas que ocurren en un pequeño pueblo, viene a representar la historia de Polonia durante el siglo XX, un período duro con dos guerras y la pobreza económica que trajo el comunismo. Los grandes acontecimientos históricos solo son ecos lejanos pero los personajes viven sus consecuencias. Unas situaciones que hacen que los más sensibles o los que necesitan encontrar un sentido a lo que ocurre, enloquezcan o se aparten de la sociedad. La autora hace su relato con una gran calidez, casi poética, con guiños al ecologismo, la religión. Cada breve capítulo se dedica a un personaje y a veces éste es un huerto, un perro, un juego que trata de explicar el universo o un alma que vaga por los ríos y los bosques sin encontrar su sitio en el más allá. El contrasentido entre una sociedad que se urbaniza, se moderniza, pero que añora la naturaleza y la vida rural que en realidad abandona y permite que se desmorone.

Se me ha hecho un poco pesado y solo le he terminado de leer por lo bien escrito que está .La trama tiene toques de historia , de religión, de astrología y de realismo mágico lo que la hace muy original pero no me ha convencido. Reconozco que hay capítulos interesantes, sobre todo por el estilo narrativo de Tokarczuk pero tras leer “Sobre los huesos de los muertos” que es magnífico, esperaba más de este libro y la verdad es que me ha parecido soso, plano y hasta aburrido.

No logro cogerles el tino a los libros de esta autora Premio Nobel. Son fábulas, pero se me hacen pesadídimos y estoy deseando acabarlos.