Una historia bonita y triste muy bien contada.
hace 7 añosLa vida no es ficción ni realidad, sino todo lo que hay en medio... Meg creció en un mundo donde la comida y la fantasía se mezclaban, donde su madre la dejó reposar en la despensa, como si fuera un pan, porque era un bebé muy menudo y tenía que crecer; y utilizaba sus dientes de leche como abrelatas, de lo afilados que eran. Esto es, hasta que Meg cumplió los cinco años y sus compañeros del cole se empezaron a burlar de ella por todas las mentiras que su madre le contaba y que ella se creía... Ahora, con veintitantos, Meg es una científica, que le ha dado la espalda a la ficción y la fantasía y que deja que la lógica pura dirija su vida, sin concesiones. Sin embargo, cuando la madre de Meg enferma y ella intenta aplicar su forma de hacer las cosas, la madre sigue con sus cuentos, su obsesión por la cocina y rechazando enfrentarse a su enfermedad. Poco a poco, Meg consigue ir descubriendo la realidad sobre su infancia y se tendrá que enfrentar a una decisión: o bien asumir la dura realidad o rodearse de un mundo maravilloso de mentiras.
Una historia bonita y triste muy bien contada.
hace 7 añosLa pase muy bien leyendo este libro. Es una historia muy hermosa, me gusta ese cariño entre madre e hija. Las historias que se cuentan son muy bellas. Me emocione en varios pasajes. Lo recomiendo!
hace 11 añosMuy poético. Algunos párrafos son verdaderamente bellos. Aunque me ha faltado un poco más de "brío".
hace 11 años