La mejor representación del universo de Maupassant; el autor se ofrece aquí por entero, con una desnudez, sinceridad y emoción únicas. No por casualidad, en efecto, se trata del único volumen suyo de relatos que no es fruto de una arbitraria selección sino que, al modo del «Decamerón» crea una estructura unificadora –la comida tras la cacería, en la que se cuentan historias verídicas, mediante la cual, de un modo algo más festivo de lo habitual en él, va desgranando quintaesenciada su peculiar decepcionada concepción del mundo. A la manera de los espléndidos «Relatos de un cazador» de su admirado amigo Turgeniev.