«Se preguntó qué heridas eran más profundas: las desgarradas heridas de la realidad, o las hondas e invisibles magulladuras de la imaginación.» Lord Slane, baluarte del Imperio y gran estadista, ha muerto. Le sobreviven su viuda y seis hijos dispuestos a ocuparse de ella. Pero Lady Slane tiene otros planes: la sumisa esposa y complaciente madre quiere al fin vivir su propia vida. En una pequeña casa, en Hampstead, rememorará sus sueños de una juventud y pasará dulcemente el tiempo que el destino le conceda junto a aquellos que ha escogido: una doncella francesa, el carpintero y hasta un excéntrico millonario, enamorado de ella en la India cincuenta años atrás. Toda pasión apagada es una de las obras maestras de Vita Sackville-West, y suscitó el entusiasmo de Virginia Woolf, cuyo libro Una habitación propia sin duda había influido en el de su amiga.