«Una de las buenas costumbres de la literatura inglesa es la composición de biografías de Juana de Arco. De Quincey, que inició tantas costumbres, inició también ésta, con fervor, a principios de 1847. Mark Twain, hacia 1896, publicó sus Recuerdos personales de Juana de Arco ; Andrew Lang, en 1908, su Doncella de Francia... Un libro nuevo acaba de agregarse a la serie..., su autor, Victoria Sackville-West. En esta biografía la inteligencia prima venturosamente sobre la pasión, lo cual no quiere decir que no haya pasión. Hay, eso sí, una carencia total de sensiblería... Andrew Lang, Mark Twain y De Quincey rindieron tributo a la Doncella; nada menos parecido a un tributo, en el sentido cortesano de la palabra, que el libro de Miss Sackville-West. Nada, sin embargo, más comprensivo.» Jorge Luis Borges